Durante el coloquio Cadenas Globales de Valor y Polos Industriales en la Era del Nearshoring, organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, se destacó el papel del Fideicomiso para el Desarrollo Regional del Sur-Sureste (Fidesur) como una plataforma clave para atraer inversión productiva y fomentar el desarrollo en la región sur-sureste de México.
Representantes de Fidesur expusieron su plan de desarrollo, haciendo énfasis en la necesidad de impulsar el sector agroindustrial, donde los estados de la región tienen una alta vocación debido a su producción agrícola.
Guillermo Woo Gómez, coordinador ejecutivo de Fidesur, señaló que la estrategia regional para la atracción selectiva de Inversión Extranjera Directa se fundamenta en varios pilares. Primero, se busca el impulso a procesos de desarrollo agroindustrial, destacando la producción de nuevos materiales textiles basados en productos agrícolas existentes, como el plátano y el café, con el objetivo de abastecer mercados segmentados y de lujo, en lugar de competir directamente con maquiladoras ya consolidadas.
El estado tiene amplio potencial para la vocación industrial debido a su producción agrícola; al localizar ahí las industrias se evitaría el doble traslado de mercancías, del campo a las plantas de producción y de vuelta a las localidades para su distribución, por lo cual sería la principal vocación de la región. Además, se planea atraer inversiones en sectores como autopartes, automotriz, aeronáutica y tecnologías de la información.
Respecto a la conectividad, las costas son zonas idóneas para la reubicación de empresas, una ventaja logística que se detonará con los proyectos del gobierno federal como el Tren Maya, el Corredor Interocéanico y los Polos de Desarrollo, permitiendo un acceso eficiente al mercado de la costa este de Estados Unidos. Actualmente, México participa con sólo 10% de las importaciones que llegan a esta zona estadounidense, lo que representa una oportunidad para incrementar su presencia en las cadenas globales de valor.
Corredor Interoceánico
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se erige como una de las principales apuestas logísticas y económicas, ofreciendo una alternativa estratégica al Canal de Panamá, al conectar el Golfo de México con el Océano Pacífico, mientras promueve la integración industrial con en 13 municipios distribuidos en Oaxaca, Veracruz, Tabasco y Chiapas, con impacto en 2.4 millones de habitantes.
El almirante Alfonso Fabián González Belmonte, coordinador general de Promoción de Inversiones del CIIT, afirmó que el corredor tiene “la capacidad de satisfacer 10% de la demanda anual de la costa este de Estados Unidos”, lo que se traduce en una reducción de costos y tiempos para el cruce de mercancías, teniendo también una base industrial capaz de impulsar el desarrollo regional mediante el establecimiento de 10 polos de desarrollo en Veracruz y Oaxaca.
Asimismo, la cooperación con Guatemala se convierte en un elemento para el éxito del Corredor Interoceánico “donamos material de recobro, acero y durmientes al gobierno de Guatemala para que inicie la construcción de sus vías”, facilitando así la conexión entre ambos países.
Mientras comienza la construcción ferroviaria del CIIT operará desde un patio intermodal en Tecún Umán, facilitado por un acuerdo comercial con dicho país, lo que permitirá un flujo más eficiente de mercancías a través de la frontera, señaló González Belmonte.