A pesar de que la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER) envió un extrañamiento por el despliegue del gobierno de Texas de boyas en el Río Bravo para impedir el arribo de migrantes, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó esta medida del gobernador Greg Abbott de quien dijo, hace pura politiquería para engañar a los texanos.

En la conferencia de prensa matutina ironizó señalando que debe llevar ya como 300 metros de los dos mil kilómetros que hay de frontera de Texas con la mexicana. «No hay que hacer mucho caso. Nada más que nuestros paisanos no voten por el gobernador no con los legisladores del partido Republicano que apoya estas medidas».

«Lo hacen para tratar de engañar a los texanos para decir que ellos sí son muy estrictos y van a impedir que lleguen migrantes que llevan la droga a Estados Unidos y los dañan mucho a estadounidenses. Estoy seguro que van a los templos y se olvidan de lo que dice la Biblia. El antiguo Testamento dice que no hay que tratar mal al forastero», apuntó el mandatario.

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