Este viernes el Gobierno de México envió una nota diplomática a su similar de Estados Unidos luego de que el estado de Texas colocó un cerco de alambre y una barrera de boyas en el río Bravo, en la frontera entre ambos países, con el objetivo de impedir el paso de migrantes.

A través de un comunicado, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) expresó su “preocupación” por la colocación de los artefactos en el área de Eagle Pass, que colinda con Piedras Negras, Coahuila, por los efectos de obstrucción y desviación de los escurrimientos hacia territorio mexicano.

“Debido a los efectos de obstrucción y desviación que dicha cerca y los barriles instalados pueden provocar sobre los escurrimientos normales y de avenidas del río Bravo”

“Y que en lo sucesivo no se siga considerando la zona de inundación y el cauce de este río para la instalación de los elementos mencionados”, apuntó.

Asimismo, señala que viola el Tratado de Aguas Internacionales de 1944, además del artículo IV B.1 del Tratado de Límites de 1970, por lo que pidió atentamente que cualquier trabajo, incluyendo el desmonte en islas y cauce del río Bravo, se avale por la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y EEUU.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *