La monarca de 95 años y su difunto esposo, el duque de Edimburgo, se trasladaron del palacio de Buckingham al castillo de Windsor para aislarse junto a un número reducido de su personal habitual de servicio al inicio de la pandemia de coronavirus.
Palacio de Buckingham
De eso hace ya dos años, y ahora la reina Isabel II habría tomado la decisión de abandonar su residencia oficial en el centro de Londres para instalarse de forma permanente en el condado de Berkshire.
Este cambio no supondrá un problema para cumplir con sus compromisos en la capital británica, ya que su nuevo hogar permanente se encuentra a menos de una hora de viaje de la ciudad.
Castillo de Windsor
La decisión de la monarca de abandonar los apartamentos que ha ocupado en Buckingham durante sus siete décadas en el trono coincide con la extensa reforma que se está llevando a cabo en todo el edificio para actualizar tanto la instalación eléctrica como la fontanería y la calefacción, que no se han tocado desde la década de los 50.