Monarquía.
Según un documental que está por salir a la luz, el duque de York hacía tremendos berrinches si alguien desacomodaba su colección de osos de peluche.
Las supuestas excentricidades de los miembros de la monarquía británica siempre han dado pie a todo tipo de rumores, como por ejemplo que el príncipe Carlos viaja con su propio asiento de oro para el retrete, y en el caso de su hermano Andrés, siempre se ha dicho que cuenta con una amplia colección de peluches que mantiene cuidadosamente expuestos en un dormitorio.
Un antiguo policía llamado Paul Page, que estuvo asignado entre 1998 y 2004 al dispositivo de seguridad que vela por la familia real, tuvo acceso a los aposentos privados del duque de York y pudo comprobar de primera mano los extremos a los que debía llegar el personal de palacio para colocar esos juguetes en la posición exacta donde los habían encontrado después de limpiar la estancia.
«Tenía unos 50 o 60 peluches colocados en la cama y básicamente había una tarjeta guardada en un cajón que el inspector nos mostró: era una foto de todos esos osos en ese mismo lugar», señala.
«La razón de que hubiera una foto plastificada era que si las doncellas no los colocaban en el orden correcto, él se ponía a gritar», aseguró Page en un nuevo documental titulado Ghislaine, Prince Andrew and the Paedophile, que se estrenará próximamente en la cadena ITV y se centrará en la supuesta conexión de Andrés con el fallecido empresario Jeffrey Epstein y con Ghislaine Maxwell, su amante y socia.
El pasado del tercer hijo de Isabel II está siendo sometido a un intenso escrutinio público desde hace meses en busca de pistas que puedan arrojar credibilidad o desmentir las acusaciones realizadas en su contra por una mujer llamada Virginia Giuffre, que sostiene que abusó sexualmente de ella en varias ocasiones cuando aún era menor de edad en el marco de la red de prostitución creada y controlada por Epstein.
Ahora el príncipe Andrés se enfrenta a una demanda civil en Estados Unidos que no consiguió que fuera desestimada pese a sus muchos esfuerzos.