De chile, mole y manteca

Por: Aarón Quiñones

El frágil equilibrio entre la tecnología y el apocalipsis 

El reciente falló informático provocado por una actualización del sistema operativo Windows, de la multimillonaria empresa Microsoft a nivel mundial, provoco serias afectaciones sobre todo en los sistemas de navegación y concentración de pasajeros en aeropuertos de todo el globo.

Miles se quedaron varados debido a la cancelación y/o postergación de su vuelo, lo que a su vez provocó un descontrol total en las terminales aéreas, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México no fue la excepción y en menor medida el Felipe Ángeles.

Hasta el momento el dueño de esta monumental compañía de presencia mundial, el norteamericano Bill Gates no ha salido a dar una explicación precisa de lo ocurrido, lo cierto es que las afectaciones no solo se quedaron en la industria del transporte aéreo, empresas de comunicación, las bolsas de valores, e incluso algunos centros médicos sufrieron por esta actualización que inutilizó sus programas de uso más común.

Este tipo de situaciones en la que se ha llamado “el apagón informativo más importante de la historia”, develan un terror peor; la dependencia total a la tecnología digital que el mundo moderno enfrenta.

Para poder comunicarse, para poder volar, para poder atender un paciente, para poder transportar mercancías, para poder depositar y recibir dinero se necesita de la presencia indiscutible de la tecnología, ya sea la que Microsoft ofrece a precios más módicos en sus productos y licencias o de la gigante internacional Apple, que si bien sus costos no son para nada baratos, ofrece prestaciones y niveles más altos en su seguridad.

Ahora se develan los escenarios apocalípticos de las películas de Hollywood, si esas donde los aviones se caen, no hay dinero en los bancos, no hay señal celular, no hay internet, y entonces sí todos a volvernos locos.

El primer Secretario de Finanzas que no es de Durango 

A través de sus redes sociales el mandatario estatal en Durango Esteban Villegas Villarreal dio a conocer el sorpresivo nombramiento como nuevo titular de la Secretaría de Finanzas de Franklin Corlay Aguilar y la evidente salida de Cristina Orrante de esa dependencia.

En lo particular parece sorpresivo este cambio en un área tan delicada y complicada como es la administración publica estatal. Que tan complicada es o ha sido que los anteriores encargados de finanzas de los dos sexenios previos están señalados y son buscados por delitos relacionados a la malversación de fondos.

En distintos documentos de internet, Flanklin Corlay, originario del estado de Oaxaca, indican se ha desempeñado como consultor financiero y fundador del Instituto Mexicano de la Disciplina Financiera, dicho organismo se define como una organización civil con cobertura nacional, enfocada en el análisis de las finanzas públicas y que trabaja arduamente para que las autoridades estatales y municipales realicen una mejor gestión y administración de estos recursos a través de capacitaciones.

Así mismo aparece en distintas columnas políticas donde siempre se le ha relacionado con el tema de la asesoría a los gobiernos en materia financiera, no con un encargo como el que a partir de este 19 de julio va a emprender.

La mejor de las suertes para el nuevo Secretario de Finanzas que no la va a tener fácil, el gobierno estatal enfrenta uno de los momentos más complicados del sexenio, el deficit de participaciones federales de la administración de Rosas Aispuro que derivo en una malversación, luego el reciente aumento en el salario a los profesores y que sumó más de 500 millones de pesos, a la deuda de ya casi 2 mil millones que tiene a consecuencia de quinquenios, y pagos de prestaciones retrasadas, hacen pensar que el licenciado Corlay Aguilar en realidad se sacó la rifa del tigre.

El Pueblo Bueno, pero no tan sabio

Hace algunos días directivos de la primaria Francisco Sarabia de la ciudad de Durango, denunciaron el fraude, la tracala, el chanchullo, que un miembro de la asociación (vaya usted a saber si otros participaron), hizo en perjuicio de la institución al llevarse el recurso del programa federal “La Escuela es Nuestra” que ronda los 600 mil pesos.

La Escuela es Nuestra (LEN) es uno de los programas prioritarios del gobierno federal; desde su implementación en 2019, consolida la atención en 134 mil 696 planteles de Educación Básica, para 2024, el programa se amplió para incorporar a las escuelas que no han recibido el apoyo, por lo que, al final de la administración, se alcanzaría la cobertura universal de escuelas públicas de educación básica del país.

Los montos establecidos para el ejercicio fiscal 2024 se asignaron con base en la matrícula de cada plantel, es decir: De dos a 50 estudiantes, 200 mil pesos, de 51 a 150 estudiantes, 250 mil pesos y de 151 estudiantes y mas, 600 mil pesos.

Los recursos del programa se ejercerán por parte de las comunidades escolares a través de cada CEAP para implementar horario extendido, servicio de alimentación, equipamiento, rehabilitación y/o ampliación de las condiciones físicas del plantel.

En Durango una de las beneficiarias de este esquema fue precisamente la primaria Francisco Sarabia ubicada en la colonia Luis Echeverría, al oriente de la ciudad, en uno de los polígonos de marginación social de la capital. Ahí los padres de familia se pusieron las pilas, cumplieron los requisitos y su tesorero/a, que no vamos a revelar el nombre hasta que la denuncia este interpuesta recibió el dinero, un monto por 600 mil pesos, después de eso desapareció.

La escuela se quedó sin los recursos para ampliar el horario de atención, comidas y desayunos, equipo de educación virtual, computadoras y mejora en el propio plantel.

En ese sentido aquí en Durango fue cuestionado el Delegado del Bienestar Iván Ramírez Maldonado quien respondió que de comprobarse y presentarse las denuncias correspondientes será un caso lamentable, el gobierno federal ha cumplido con la sociedad en brindar el apoyo y ya serán las autoridades judiciales las  encargadas de deslindar responsabilidades ya que el apoyo viene direccionado a los padres de familia, para que lo apliquen a la escuela, no propiamente a la escuela entonces serán ellos quienes tengan que hacer lo procedente.

Aquí es donde se devela una cara del pueblo, que si bien es bueno, no es tan sabio por que ese dinero serviría más a la comunidad que a una sola persona que ni siquiera se lo va a poder gastar a gusto, tendrá que estar pagando para ocultarse, cambiarse el nombre o viviendo en otra ciudad y 600 mil pesos alcanzan para tanto.

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