Drones con artefactos explosivos y armas de grueso calibre son el arsenal que el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) habría utilizado en un nuevo ataque contra la población de Santa María Ostula, Michoacán, de acuerdo con una denuncia pública de la comunidad indígena Nahua.

Habitantes de este poblado, ubicado en el municipio de Aquila, reportaron vía redes sociales que hombres armados perpetraron una serie de agresiones desde el 1 de julio en los distintos puntos de vigilancia establecidos por la guardia comunal.

Las acciones violentas alcanzaron una dimensión mayor la mañana del 3 de julio, pues “comenzaron a escucharse explosiones ocasionadas por drones así como detonaciones de armas de grueso calibre” en los cerros que rodean la localidad de Cofradía de Ostula.

Horas después, alrededor de las cinco de la tarde, se emitió una alerta a la población para que se refugiaran debido a que presuntos miembros del CJNG se habrían acercado a las zonas en donde hay casas, escuelas y la iglesia.

Conforme a los protocolos de seguridad se resguardó a la población y la Guardia Comunal ejerció las labores de defensa. Alrededor de las 6 de la tarde comenzaron a escucharse nuevamente detonaciones de armas de alto calibre así como explosiones ocasionadas por drones”, advierte el pronunciamiento de la comunidad indígena Nahua.

Durante el asedio, pobladores denunciaron que el grupo criminal había lanzado un explosivo sobre una cancha deportiva y, posteriormente, desató una serie de ataques contra las casas de la localidad.

“Esta vez el CJNG atacó a la población civil sin distingo y mandó grupos de alrededor de 50 criminales cada uno a rodear a una población desarmada e integrada principalmente por mujeres, niños y personas de la tercera edad”, alertaron las víctimas.

El fotógrafo y periodista independiente Heriberto Paredes, presente en el lugar de los hechos, reportó que los ataques con explosivos ocurrieron cuando había niñas y niños jugando en el exterior de las casas y las familias se preparaban para una fiesta por el fin de curso.

“Tras el estallido sonaron los disparos en contra de la población, desde los tres cerros que nos flanqueaban, así que tocó quedarse en el piso por horas. Siguieron más drones y más disparos, muchos disparos y los refuerzos de la Guardia Comunal defendiendo sin temor”, expuso el periodista en su cuenta de X.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *