Ante los mensajes que circulan principalmente en redes sociales de que el Instituto Nacional Electoral (INE) hizo fraude, el consejero Martín Faz, presidente de la Comisión de Organización y Capacitación del órgano, aseguró que se trata estrategias políticas sin sustento en la realidad, una falsa narrativa, y pidió sensatez.
Además, defendió la operación del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), como un mecanismo auditado y avalado por especialistas y representantes de partidos políticos, en el cual los datos de las actas fueron capturados dos veces, por distintas personas, como un mecanismo de calidad.
La narrativa del fraude, de la elección de Estado, no se corresponden con la realidad. Es una falsa narrativa. No hay ningún fraude y, en todo caso, hay que demostrarlo. Y para comprobarlo ahí están los cómputos, indicó acerca del proceso que arranca hoy en los 300 distritos electorales del país, a partir de los cuales será emitido el informe con resultados definitivos.
El consejero hizo un llamado a actuar con responsabilidad, sensatez y madurez, “aunque precisamente esas dos características no sean la moneda de uso entre los actores políticos.
Mañana, en los cómputos distritales, todas esas pequeñas o grandes inconsistencias se van a resolver, porque todos los partidos van a tener las actas, señaló.
Reiteró que más de 60 por ciento de las casillas se van a recontar, y entonces se disiparán dudas.
En cuanto al PREP, recordó que hay un mecanismo de vigilancia para la captura de datos, de ahí que no hay sustento para hablar de un fraude promovido o cometido por el INE.
Subrayó que el PREP se alimenta con los datos de las actas originales donde los funcionarios de casilla, ciudadanos, anotaron los resultados del escrutinio de los votos. Todo ese proceso será ratificado en los cómputos distritales, donde se abrirá un alto número de paquetes de casilla.
Por tanto, cualquier inconsistencia, porque no se va negar su existencia, se resuelve mañana… Inconsistencias siempre hay. Y una de las más notorias es ésa, que no se haya hecho una adecuada transcripción de los resultados en el cartel que se colocó afuera de donde se instaló la mesa receptora de votos.