Las voces se sucedieron este miércoles en la Asamblea General de la ONU para pedir el fin del embargo estadunidense contra Cuba, vigente desde hace más de 60 años, en el análisis de un proyecto de resolución presentado por las autoridades de La Habana que será sometido a votación este jueves.
El proyecto de resolución «Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba» es más bien un alegato para que los estados en general no recurran a este tipo de medidas que afectan a las economías de los países que las sufren.
El texto «reafirma la igualdad soberana de todos los estados, la no intervención y no injerencia es sus asuntos internos y la libertad de comercio y navegación» y pide a los estados que «se refrenen» de aplicar leyes y medidas como el embargo a Cuba.
Asimismo, manifiesta «su preocupación sobre la promulgación y la aplicación continuadas» de leyes como la estadunidense Helms-Burton (vigente desde 1996), que tiene efectos extraterritoriales para personas y empresas que hagan negocios con Cuba.
Desde 1992, Cuba presenta todos los años un proyecto de resolución de condena al embargo estadounidense que ha marcado la vida de los cubanos, pues más del 80 por ciento solo ha vivido bajo las sanciones impuestas por Washington en 1962 a la isla comunista, a la que también ha incluido en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Pese a que en 2015 -bajo el gobierno de Barak Obama- los gobiernos cubano y estadunidense empezaron un proceso de normalización de las relaciones diplomáticas, el embargo sigue vigente y, para sus detractores, es el principal obstáculo de desarrollo en Cuba.
La fuerte represión del gobierno cubano de las manifestaciones antigubernamentales en julio de 2021, que dejó más de mil detenidos -unos 700 siguen en prisión con penas de hasta 25 años- y a otros los llevó al exilio, no contribuyeron al anhelado giro que se esperaba de la administración demócrata de Joe Biden, tras el endurecimiento de su predecesor Donald Trump con la isla.