Raúl Osiel Marroquín Reyes se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad de México, cumpliendo una sentencia de más de 290 años tras las rejas, de los cuales ha cumplido 17. El sujeto es uno de los asesinos seriales más famosos que atemorizó al país con sus crímenes cometidos en 2005. Fue el 23 de enero de 2006 cuando Osiel fue detenido por las autoridades, acusado por el secuestro y asesinato de al menos cuatro jóvenes de la comunidad LGBT+, a quienes conoció en bares de la Zona Rosa, en la capital del país. 

En una reciente entrevista, con la activista Saskia Niño de Rivera, Osiel reapareció ante las cámaras y detalló su modus operandi. De igual manera, mostró arrepentimiento por sus acciones y pidió el perdón de los familiares de sus víctimas. Marroquín, quien actualmente trabaja en prisión como artesano y realiza obras pictóricas, fue sentenciado por el homicidio de Jonathan, Ricardo, Víctor Ángel y Armando.

En sus propias palabras, Raúl describe que tuvo una niñez normal, pero marcada por la pobreza. «Mi infancia fue normal, como la de cualquiera, dentro de un nivel económico bajo. Tenía padres honrados, éramos una familia numerosa (…) Mis padres me enseñaron principios morales que yo en mi juventud pase por alto. Mis recuerdos son maravillosos, mientras el responsable de mis necesidades era mi padre. Cuando crecí empecé a buscar oportunidades de trabajo, ingresé a la Sedena. A los 18 años yo entré al ejército y fui un buen soldado el tiempo que estuve al servicio».

Raúl estudió dos semestres en la Escuela Militar De Medicina, pero por problemas económicos se vio obligado a abandonar sus estudios y comenzó a llevar una vida criminal robando y secuestrando personas motivado por el «deseo de tener dinero y más cosas». Durante el tiempo que estuvo operando, Osiel secuestró y asesinó a cuatro personas miembros de la comunidad LGBT+, pero asegura que nunca lo hizo por homofobia, únicamente buscaba su beneficio económico.

Osiel fue capturado luego de que «por error» abandonó una maleta con restos humanos a las afuera del departamento que utilizaba como casa de seguridad para secuestrar y asesinar a sus víctimas. 

La persona que encontró la maleta caminaba en compañía de su perro, quien se acercó a la mochila para olerla. Rápidamente el testigo se percató de que dentro del equipaje se encontraba un cadáver, por lo que dio aviso a las autoridades. Los policías acudieron a la escena del crimen y rastrearon las marcas que había dejado la maleta, llegando al departamento donde Osiel asesinaba a sus víctimas, ahí encontraron datos de una amiga de Marroquín y posteriormente dieron con él. «Encontraron datos de una persona con la que yo convivía, una amiga, así me arrestan«, detalló Osiel.

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