A través de la Unidad de Investigación Especializada en Delitos de Trata y Explotación de Niños y Adolescentes, se logró el aseguramiento de 20 menores, quienes eran originarios de Chiapas, algunos vecinos de la zona detallaron que, a pesar de los hechos, jamás imaginaron lo que realmente ocurría dentro de la vivienda.
Según las autoridades, los menores fueron reclutados por una persona de Chiapas, quien, con engaños, los trajo a Quintana Roo, prometiéndoles trabajo, dinero y una vida mejor.
Por otro lado, una mujer, quien trabaja cerca de la zona, detalló que, aunque veía laborar a los niños, niñas y adolescentes, nunca se imaginó que fueran explotados y abusados laboralmente.
“Yo trabajo aquí enfrente de la casa y solamente me percataba que llegaban en la noche niños a dejar sus carritos de venta. Venden normalmente gorras y cosas para cubrirse del sol aquí en la playa, entonces ellos venían, metían sus carritos y se metían a la casa, pero jamás imaginé que fuera explotación de menores”. Dayanna Vargas
Las víctimas trabajaban 12 horas al día, sin pago, desde las 8:00 de la mañana hasta las 8:00 de la noche, vendiendo marquesitas, raspados, cinturones y otros productos.