Internacional
La agencia infantil lamentó que dos tercios de los menores están desplazados dentro de Ucrania o en el extranjero; además, quedan vulnerables a grupos criminales y de trata de personas.
Ayer el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) aseguró que de los 7.5 millones de niños ucranianos, dos tercios están desplazados a raíz de la invasión rusa. Es decir, cinco millones de niños han dejado su hogar por la invasión que comenzó el pasado 24 de febrero.
El portavoz de UNICEF, James Elder, señaló que los niños, además de morir, resultar heridos, desplazados o refugiados, también sufren los efectos colaterales de los ataques, por ejemplo a las infraestructuras. En este sentido hay que mencionar los ataques a escuelas o centros educativos.
En este panorama, la agencia especializada en niñez alertó que es necesario reforzar el seguimiento a niños que no se encuentran con adultos que son sus padres o tutores legales y también garantizar que cualquier iniciativa de acogida sea coordinada por las autoridades competentes, en cuanto al riesgo de caer en redes de trata y explotación.
Además, llamó a pensar en medidas más estables y a largo plazo para normalizar la vida de las personas refugiadas, como la derivación de residencias u hoteles a pisos o recursos más estables, poner en marcha estrategias de integración laboral con implicación de entidades locales y empresas e ir más allá de la escolarización ágil y lograr que las escuelas sean entornos protectores en los que los puedan recibir apoyo psicológico.