Internacional
Con el fin de terminar la invasión rusa de Ucrania, Canadá está dispuesta a poner todas las opciones sobre la mesa declaró el primer ministro Justin Trudeau.
Con el propósito de dificultar la financiación de la invasión de Ucrania, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció sanciones contra el presidente ruso, Vladímir Putin, y dijo que su país apoya la exclusión de Rusia del sistema internacional de pagos SWIFT
Durante una comparecencia ante los medios de comunicación, el ministro dio a conocer un tercer grupo de sanciones contra Rusia que incluyen no sólo al presidente Vladimir Putin, sino también a su ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
El mundo está siendo testigo de los horrores de la guerra decidida por Putin y Canadá está dispuesta a poner todas las opciones sobre la mesa para poner punto final a la invasión rusa de Ucrania, declaró Trudeau.
El primer ministro canadiense dijo que el objetivo de las sanciones personales contra Putin es la considerable riqueza que el presidente ruso controla de forma directa y la que oculta a través de intermediarios.
Canadá, el Reino Unido y otros países creemos que Rusia debe ser excluido del sistema SWIFT y esas conversaciones siguen con los aliados europeos, explicó. Ante la evasiva de algunos países europeos a excluir a Rusia del sistema SWIFT, Trudeau afirmó que no se puede permitir que Putin se beneficie del sistema financiero, el presidente ruso tiene que pagar por acabar con 75 años de paz en Europa.
Por su parte, la ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, afirmó que el objetivo es sofocar al régimen ruso y que, para ello, los países occidentales utilizarán métodos creativos para hacer la máxima presión contra Moscú.
El sistema SWIFT, acrónimo de Society for Worldwide Interbank Financial Telecomunications o Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales, constituida en 1973, es una red internacional de comunicación entre entidades financieras de la que forman parte miles de instituciones. El sistema SWIFT permite la transmisión de órdenes de pago y transacción financieras, por lo que la exclusión de Rusia impediría que las instituciones financieras del país puedan enviar o recibir dinero, tanto en el extranjero como de forma doméstica.
La exclusión del SWIFT provocaría la contracción de la economía rusa.