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Hace 22 años, nadie sabía quién era Tom Brady, no era el favorito de ningún equipo, no fue el gran elegido del draft del año 2000. De hecho, muchos se preguntaron qué hacían los Patriots cuando eligieron a un quarterback desconocido en la sexta ronda y en el puesto 199 global.
En sus dos décadas de jugador profesional de fútbol americano (20 de ellos en Boston y los dos últimos en Tampa), Tom Brady amasó una fortuna que ha alcanzado los 475 millones de dólares, según los datos de Sportico.
293 millones corresponden a su salario más los bonus correspondientes por las victorias. Una cantidad que resulta todavía más impresionante si se tiene en cuenta que cuando firmó por primera vez con los Patriots, su sueldo fue de menos de un millón de dólares en sus tres primeros años.
Pero con unos éxitos como los suyos, deja la NFL con unas ganancias de récord en el campo, a las que se suman otros 180 millones aproximadamente, pertenecientes a los contratos publicitarios, además de los negocios que ha ido creando su propia línea de ropa, su libro de fitness, su marca de suplementos, entre otros.