Internacional.
Washington.— La variante ómicron del coronavirus está trastocando los planes de Fin de Año de decenas de miles de viajeros. No sólo se trata de la cancelación y retraso de cientos de vuelos por contagios entre el personal, sino de las restricciones crecientes aplicadas por los países y la suspensión de viajes por parte de los ciudadanos, ante el temor a infectarse.
Tan sólo en Estados Unidos ayer se habían cancelado, hasta las 19:00 horas, más de mil 300 vuelos que tenían como destino o punto de partida el país estadounidense. A nivel global, las cancelaciones sumaban más de 3 mil 100, de acuerdo con la empresa Flight Aware, que proporciona información de vuelos en tiempo real.
Europa se mantiene como la región del mundo con más contagios en los últimos siete días, con 2 millones 901 mil 73 (55% del total mundial), y el mayor número de fallecidos —24 mil 287—en una semana (53%), seguida de Estados Unidos-Canadá (10 mil 269 muertos, 22%). Dinamarca e Islandia anunciaron récords de casos diarios, igual Grecia, que volvió a imponer el uso del cubrebocas en los exteriores y va a cerrar bares y restaurantes a medianoche, limitando también el número de mesas.
En Italia, el sector turístico pidió ayuda al gobierno para paliar las consecuencias de las medidas aprobadas para contener al virus, que han supuesto numerosas cancelaciones o cambios en Navidad y Año Nuevo. De los 25 millones de viajes programados hace pocos meses, 5 millones han sido suspendidos y 5.3 millones acortados.