Se trata de un paciente sudafricano de 51 años que estaba vacunado con Pfizer. Está internado en un hospital privado con síntomas leves de la enfermedad. Las autoridades sanitarias llaman a la calma.

México ha confirmado este viernes su primer caso de la nueva variante ómicron en el país. El subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, ha informado de que se trata de un ciudadano sudafricano de 51 años que estaba vacunado con Pfizer.

El paciente, que está internado en un hospital privado de Ciudad de México, tiene síntomas leves de la enfermedad, por lo que está estable y fuera de peligro, han apuntado las autoridades sanitarias. El hombre voluntariamente ha decidido quedarse ingresado en el centro médico para evitar propagar los contagios: “No necesita estar hospitalizado desde el punto de vista médico, pero decidió quedarse internado para estar en aislamiento”, ha incidido el epidemiólogo.

En su conferencia de primera hora de la mañana, Andrés Manuel López Obrador había anticipado el probable primer caso de ómicron, pero todavía faltaba la confirmación. “Se tenía esa preocupación. Pero bueno, es muy probable que se presente esta nueva variante en el país”. El mandatario había hecho hincapié en que ya había afectados de ómicron en los vecinos Estados Unidos y Canadá. Unos momentos después ha sido López-Gatell, la cabeza más visible de México en la lucha contra la pandemia, quien ha confirmado que se trataba de un positivo de la nueva versión del virus.

El paciente contagiado con ómicron entró en México el 21 de noviembre. “Es un ciudadano de Sudáfrica, con cierta afluencia económica, que se dedica a actividades empresariales”, ha precisado el subsecretario de Salud. A los pocos días de haber llegado identificó síntomas leves de covid, malestar general y febrícula, por lo que acudió a su médico privado en un hospital a las afueras al oeste de la ciudad, colindante con el Estado de México.

Dado el lugar de inicio del viaje —”es muy probable que se contagiara en Sudáfrica”—, el hombre fue aislado y sometido a diversas pruebas. Aunque el resultado concluyente del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) estará disponible el domingo, Gatell considera que hay elementos concluyentes para afirmar que se trata de la nueva cepa.

López Obrador, que el miércoles se dio un baño de masas en la plaza del Zócalo de Ciudad de México ante decenas de miles de seguidores para celebrar sus tres años en el cargo, ha minimizado el riesgo de la variante: “Eso no significa que haya más riesgos, o como se llegó a decir, que no servían las vacunas. Por eso no debe de haber preocupación ni mucho menos sensacionalismo de los medios para atemorizar”. Se ha aventurado incluso a señalar que “no es dañina”: “No tiene más peligrosidad que las otras variantes, hasta ahora”.

La variante ómicron fue detectada hace una semana por científicos sudafricanos. La reacción de pánico internacional provocó una caída en las bolsas de todo el mundo y el cierre de fronteras para viajeros del sur de África en la Unión Europea o en países como Israel y Estados Unidos. Esta nueva cepa presenta un altísimo número de mutaciones que la convierten en una preocupación para la Organización Mundial de la Salud (OMS), por su mayor transmisibilidad, sin embargo, todavía no hay evidencias de que ómicron sea más grave ni más virulenta, como se sugirió en un primer momento.

La Red de Vigilancia del Genoma Sudáfrica que presentó sus avances este miércoles de hecho confirmó que la nueva cepa no se escapa de las vacunas y que la inmunización sigue siendo un escudo contra los síntomas más graves de la enfermedad. La OMS y una gran parte de la comunidad científica han criticado las restricciones impuestas por los Gobiernos, a los que acusa de castigar a Sudáfrica por haber sido diligente al detectar y avisar sobre la nueva variante, sin datos que avalen todavía las medidas.

Por su parte, el Ejecutivo mexicano ha descartado que se vayan a cerrar fronteras pese a este posible primer caso confirmado, tampoco se van a imponer restricciones de viaje o medidas drásticas, como cuarentenas obligatorias o toques de queda. “Cerrar fronteras y bloquear personas o bienes no son medidas útiles para contener las variantes”, ha escrito López-Gatell este viernes. El subsecretario de Salud asegura que desde finales de noviembre —cuando Sudáfrica apretó el botón de alarma sobre ómicron— se ha establecido un cambio en el protocolo de vigilancia virológica para identificar tempranamente casos de esta nueva cepa. “Justo lo que queríamos era detectar y detectamos”, ha dicho López-Gatell en una conferencia este viernes en relación al primer caso de ómicron en el país.

López Obrador ha insistido también en llamar a la calma tras el surgimiento de ómicron debido a la cantidad de vacunas aplicadas en el país. México mantiene así el enfoque laxo y heterodoxo que ha caracterizado a su estrategia contra la covid desde el estallido de la pandemia en la que la inmunización se ha convertido en la piedra angular de la lucha contra el virus.

En los últimos días, el país rebasó la cota de los 65 millones de habitantes con esquemas completos de vacunas, de una población objetivo de 96 millones, según el plan nacional de vacunación. El porcentaje de cobertura cae hasta poco más de la mitad si se considera el total de pobladores: casi 129 millones de personas. México aún no ha iniciado la aplicación de dosis de refuerzo, aunque las autoridades dijeron que lo harán en cuanto se logre cubrir a personas rezagadas y comunidades remotas.

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