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El futbolista mexicano habló indirectamente del final de su relación con la mamá de sus dos hijos para reconocer que él no estaba siendo el mejor papá y compañero.
Cuando parecía que todo el mundo se había olvidado ya de la separación de la mamá de sus hijos, Javier Hernández «el Chicharito» decidió romper el silencio al respecto en una entrevista en la que revela que la muerte de su abuelo hace poco más de un año le sumió en una depresión que afectó tanto a su desempeño sobre el terreno de juego como a su vida personal.
A principios de este mismo año salió a la luz que la influencer Sarah Kohan había regresado a su Australia natal con sus dos hijos en común, mientras el mexicano se quedaba en Los Ángeles, y los rumores acerca de su supuesta crisis de pareja se dieron entonces por confirmados.
Ahora él dijo que en aquel momento estaba atravesando un momento muy difícil en el que se aisló por completo del resto del mundo.
«No fui el mejor compañero posible que tenía que ser, y no fui el mejor papá posible que quería ser. No era un buen amigo, no era la buena persona que quería ser», admitió en declaraciones a The Ringer.
«No sé cómo consiguió superar esa temporada. Fue como si todo su mundo se viniera abajo en un momento», dijo ella.