La experimentada periodista Hadley Gamble ha sido blanco de críticas y comentarios misóginos sólo por la forma en que vistió durante una entrevista.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue entrevistado por la periodista estadounidense Hadley Gamble la semana pasada durante su participación en la Semana de la Energía, sin embargo, el ejercicio periodístico ha sido severamente criticado por los medios locales ya que consideran que la comunicadora sirvió como distractor debido a su vestimenta.
Para dicho evento, la reconocida periodista de CNBC portó un elegante vestido negro corto y unas zapatillas en tono nude que alargaban sus torneadas piernas, lo cual fue mal visto por sus colegas rusos, ya que descalificaron y ofendieron a la experimentada comunicadora de 39 años diciendo que había actuado como un objeto sexual para distraer al mandatario.
El Kremlin afirma que Hadley fue enviada por Estados Unidos para desestabilizar al líder ruso en su propia casa. Además de que asegura que la periodista coqueteó en todo momento con Putin, de 69 años, pues movía las piernas, le lanzaba miradas y jugaba constantemente con su cabello para expresarle sus «bajos instintos«, tal como ocurrió en la afamada película de hace casi tres décadas protagonizada por Sharon Stone.
Durante sus diferentes espacios, los medios de comunicación rusos reprodujeron fragmentos de la entrevista de Putin con Gamble, pero hicieron especial énfasis en los supuestos mensajes que ella enviaba para coquetear con el mandatario ruso, quien de hecho en plena entrevista lanzó algunos comentarios misóginos como que «era demasiado hermosa» para comprender algunas de sus respuestas en materia energética.
Mientras que el Kremlin y sus medios aliados se han ocupado de descalificar a la periodista de CNBC por considerarla parte de la estrategia de Estados Unidos para desestabilizar al presidente Vladimir Putin, otros de sus colegas han condenado enérgicamente la misoginia en contra de la comunicadora y escritora.
Sin embargo, la propia Hadley Gamble ha tomado con humor toda la controversia en torno de la entrevista, pues incluso presumió que después del panel en la Semana de la Energía en Rusia, fue primera plana en varios periódicos locales que destacaban sus piernas como un arma de seducción.